Tandil

TIERRA DE SIERRAS Y SALAMINES

Vivi una experiencia gourmet gracias al clima, las pasturas y el ganado de la zona que caracterizan al popular salame tandilense.

Tandil es una ciudad que se encuentra en el centro-sur de la provincia de Buenos Aires, rodeada de imponentes sierras y con una gran oferta de actividades para disfrutar al aire libre durante todo el año. Si estás pensando en visitar este destino, te contamos cuáles son las mejores épocas del año para hacerlo, y qué lugares no te podés perder.

La mejor época para viajar a Tandil depende de tus gustos y preferencias, pero en general se puede decir que los meses entre enero y abril son ideales para aprovechar el clima cálido y agradable, con temperaturas que rondan los 20°C y pocas lluvias. Además, hay más horas de sol disponibles para recorrer las calles de Tandil o hacer trekking en las sierras. Otra buena opción es viajar durante noviembre y diciembre, cuando las temperaturas son similares y el paisaje se viste de verde y flores.

Si preferís una experiencia más tranquila y relajada, Tandil es igualmente bella en otoño e invierno, cuando las sierras se cubren de un manto blanco de nieve y se pueden disfrutar de las actividades de montaña como esquí o snowboard. Eso sí, tené en cuenta que las temperaturas pueden bajar hasta los -3°C y que las lluvias son más frecuentes.

Sea cual sea la época que elijas para viajar a Tandil, no te faltarán opciones para divertirte y conocer esta ciudad. Algunas de las atracciones más populares son:

  • Lago y Dique del Fuerte: Un lugar ideal para pasear, hacer picnic, navegar o pescar. El lago tiene una superficie de 120 hectáreas y está rodeado de un parque con árboles, senderos y miradores.
  • Monte Calvario: Un sitio de gran valor religioso e histórico, donde se encuentra una capilla dedicada a Santa Gemma y un vía crucis con 14 estaciones. Desde la cima se puede apreciar una hermosa vista panorámica de la ciudad.
  • Parque Independencia: Un espacio verde que alberga el Museo Histórico Fuerte Independencia, donde podrás conocer la historia de la fundación de Tandil y ver objetos antiguos como armas, monedas y documentos. También podrás visitar el Castillo Morisco, una réplica de un castillo árabe que funciona como restaurante.
  • Cerro El Centinela: Un cerro de 284 metros de altura que ofrece una vista espectacular de las sierras y la ciudad. Podrás acceder a su cima mediante un teleférico o por un sendero. En su cumbre hay una formación rocosa llamada La Silla del Indio, que según la leyenda era el lugar donde se sentaba el cacique Calfucurá.
  • Piedra Movediza: Una roca gigante que se balanceaba sobre otra hasta que se cayó en 1912. Hoy en día se puede ver una réplica de la piedra original en el Parque Lítico La Movediza, donde también hay un museo, un anfiteatro y un mirador.

Estos son solo algunos de los lugares que podés visitar en Tandil, pero hay muchos más que te sorprenderán por su belleza y encanto. Tandil es una ciudad que combina naturaleza, cultura e historia, y que te espera con los brazos abiertos para ofrecerte una experiencia inolvidable.